lunes, 22 de febrero de 2010

Esta tarde vi los pétalos del rosal caer…
La noche me trajo un dulce regalo de amor,
te trajo a mí en un dulce sueño.

Que hermoso es el viento susurrando
melodías extrañas que me hacen pensarte,
que ajeno el tiempo que no sabe cuanto te pienso.

Los rayos esparciéndose en el cielo me hacen
pensar en tus ojos; veo el cielo y me hace
sentir cerca de ti.

Amor la misma luna nos ilumina, el mismo
cielo nos abraza, cuento las nubes que pasan
y se en mi corazón que las veras porque es
el mismo sol el que nos abriga.

Te envío besos en el viento esperando que
tu alma los sienta, mi alma esta unida a la tuya,
no hay distancias, solo nuestras almas uniéndose
en el infinito del firmamento.

No hay fronteras solo tu mano unida a la mía;
y amor atesoro tus palabras en mi alma, la noche
aquella que unió por siempre nuestros cuerpos y
nuestras almas, aquella unión que se vuelve el más
tierno de los cantos para quienes se aman.

Amor… amo ver el cielo en tus ojos, solo ahí
cada constelación forma un poema y tu tierno rostro
se vuelve prosa y te pienso, vuelvo a pensarte una
y mil veces en aquel día verde soleado.

¡Aquel día! Tu tan fresco como una rosa al amanecer,
tan inocente como la tierra en la mañana que es
purificada y bendecida por los angeles.

Amo ver el cielo en tus ojos, perderme por un
instante en ese tierno recuerdo de ti tan cerca de mí.

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